¿Qué andabas buscando, Hemingway, en este cuento contenedor de mil embriones por relatar?, era una de las preguntas formuladas por un lector en su reseña publicada en la web Sopa de Letras.
Tenía muy buenas razones para hacerla, ya que este cuento es como una mecha que enciende la chispa de la imaginación al insinuar más que enseñar la psicología del protagonista y su relación con el resto de los personajes. Hay tantas historias en este cuento como personas en el planeta Tierra.
Leer “Las nieves del Kilimanjaro”, de Ernest Hemingway.
De todas las posibilidades existentes hubo una que fue llevada al cine de una forma magistral:
Primera parte
Segunda parte
Después de leer el cuento y ver la película se puede tener la impresión de una simbiosis entre ambas obras, ya que el primero es el origen y la segunda es el nudo y el desenlace de una historia. De este modo forman una unión como la de un arco y una flecha que se lanza hacia una diana: el lector/espectador que las contempla.